domingo, 28 de julio de 2013

DIDACTICA DE LA LECTRURA


I.E.D ARBORIZADORA BAJA

DOCENTE: YENIFER ZULAY CAMACHO

GRADO: 103 JORNADA TARDE

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RESEÑA: HERRAMIENTAS PARA LA VIDA: HABLAR, LEER Y ESCRIBIR PARA COMPRENDER EL MUNDO.

REFERENTES PARA LA DIDÁCTICA DEL LENGUAJE EN EL PRIMER CICLO

Esta reseña presenta un breve resumen de las postulaciones propuestas en la publicación realizada por la secretaria de educación del Distrito Capital, en el marco del Plan de Desarrollo Distrital “Bogotá Positiva: para vivir mejor”, el cual forma parte del objetivo, “Ciudad de Derechos”. Dirigida al magisterio Bogotano, la cual proporciona referentes para didáctica del lenguaje en todas las áreas del primer ciclo que hace parte de la colección Herramienta para la vida: hablar, leer y escribir para comprender el mundo.

Teniendo en cuenta que el  lenguaje es el eje central de la existencia de los sujetos y está presente en todos los aspectos de la vida,  es que se hace importante la didáctica de la lectoescritura en los primeros años de formación de los niñas y niñas, específicamente en el primer ciclo de enseñanza. Desde este paradigma es primordial ubicar  el papel del docente en este proceso orientándolo  adecuadamente como pilar de la educación  que en su quehacer diario  parte de las dimensiones tres dimensiones del ser  (cognitiva, afectiva y social).

La intención de la propuesta presentada por la secretaria de educación del Distrito capital en este documento  es transformar las prácticas actuales referentes a la enseñanza presentando al docente como un productor de conocimiento desde  la experiencia.

El documento de divide en dos apartados  que no tiene el fin meramente de informar cómo debe ser el rol docente si no presenta experiencias que permiten al lector asumir una mirada critica y reflexiva frente a las experiencias  de otros docentes. El primer apartado “referentes para una mirada compartida” presenta un marco  conceptual referente al desarrollo del lenguaje enfatizando la oralidad, la lectura, la escritura  y la evaluación brindando algunas herramientas pedagógicas útiles  para que el docente favorezca  el desarrollo del lenguaje en los niños y niñas del primer ciclo.

El segundo formula  cinco experiencias pedagógicas de maestras que  orientan como poner en práctica los planteamientos del primer apartado.

1.    Referentes para una mirada compartida

La primera práctica del lenguaje en los niños y niñas es la oralidad, en la familia es donde se crea esta forma de expresión y donde se crean interrogantes frente al lenguaje escrito cuando observan las  dinámicas familiares  que se dan en torno al mismo, los autores presentan como ejemplo las listas de mercado o la lectura de informaciones que se hacen para otros.  Posteriormente en la escuela se adquieren las prácticas formales para construir un discurso  estructurado y sistemático, más no homogenizado que valore  la diversidad de cada estudiante.

Planteando actividades que integren el grupo de estudiantes y se tengan en cuenta los saberes que cada uno posee frente a la escritura, para que los que ya hayan iniciado  su proceso lecto escritor ayuden  a entender el sistema escrito a los que  todavía no diferencian los dibujos de la escritura. Estos ejercicios  están programados desde la didáctica y no desde una teoría del desarrollo, dando un enfoque socio-cultural donde la didáctica se entiende como una disciplina que orienta la estructuración de situaciones de enseñanza aprendizaje en el aula.

Al analizar la escritura y el lenguaje se observa que cuando un niño aprende a hablar, adquiere  géneros discursivos orales; aprende a narrar, a describir, a seguir instrucciones  no verbales, los gestos, las miradas, los movimientos, además de las posturas corporales que se producen en las relaciones de las personas con otros y consigo mismos. Desde esta perspectiva la escuela debe brindarle al niño los espacios necesarios para que estos puedan ingresar sin dificultades en la cultura escrita  y a su vez a las prácticas formales del lenguaje de forma crítica y analítica. No pretende brindar elementos para la decodificación de letras meramente, si no significar realmente lo que se está aprendiendo en materia de escritura

Teniendo en cuenta dichos planteamientos es que surge el valor de conocer los  componentes del lenguaje en el primer ciclo, para poder jerarquizar las prácticas didácticas que ya se han planteado:

·         El lenguaje oral requiere una labor intencionada, para que el niño adquiera una voz propia al comunicar sus ideas en la escuela y en otros grupos sociales, con seguridad y firmeza.  Reconociéndose a sí mismo como sujeto social.

·         Al explorar la cultura escrita se evidencia como esta no inicia en la escuela, si no cuando los niños en su familia ven leer y escribir.  La escuela debe lograr que el niño se interese por esos nuevos sistemas de lecto-escritura  alejándolos de un proceso de decodificación  y codificación, para poder plasmar sus ideas propias dándolas a conocer mediante un sistema de notación, teniendo como eje central las prácticas sociales en función de situaciones comunicativas de lecto-escritura.

·         Cuando el niño empieza a leer en los primeros grados debe entenderse como una práctica socio- cultural, al leer se le debe dar la connotación de proceso significativo y semiótico, que no solo busca un significado, si no configurar un sujeto lector de su propia realidad.  Cabe resaltar que el leer no es estandarizado, este hecho obedece  a las intenciones que tiene el lector.

·         Al mediar la construcción del lenguaje escrito tiene   lugar de la literatura produciendo un encuentro de los niños  con lo literario, donde el maestro debe formar lectores que sean a vez productores de textos. La escuela debe ofrecer  estrategias para que los niños apropien las formas de los textos narrativos, en el cual la literatura es el eje articulador  del lenguaje, basada en la reelaboración de la tradición oral y la narrativa.

·         Otro componente es el papel de las tecnologías dentro de la cultura escrita, las cuales al aparecer han transformado las formas de hacer y de saber, retando a la escuela a orientar sus prácticas pedagógicas  a la indagación del por qué y para que  del uso de estas tecnologías.  Asumiéndolas como herramientas de construcción y participación que posibilitan otras formas de escribir y leer.

·         Las orientaciones en torno a la evaluación están dirigidas a entender los procesos del lenguaje de forma conjunta y a evaluarlos de la misma manera, una forma de hacerlo es registrando los métodos de cada estudiante, reconociendo y valorando los procesos que se llevan personal y grupalmente, tendiendo a mejorar y superar las falencias encontradas durante el proceso.

 

2.    Experiencias pedagógicas en el primer ciclo que dan luces.

Las dos primeras experiencias descritas enfatizan en el trabajo de la oralidad la construcción de una voz para la vida social y académica, y de la exploración del lenguaje escrito, a través del cuaderno de notas. La tercera experiencia se ocupa de una modalidad de lectura: la lectura preparada, como un espacio en el cual es posible construir condiciones para que los niños ingresen al mundo de la lectura y, a la vez, se formen como ciudadanos. La cuarta experiencia se ocupa de procesos de lectura y escritura en torno a un género específico, el cuento, a través de la estrategia de seguir un personaje. La quinta experiencia, que se ocupa de la comprensión y apropiación de la especificidad del lenguaje literario a partir de la lectura de un cuento.

 

 

BIBLIOGRAFIA

·         Pérez Abril Mauricio, Roa Casas Catalina.  Herramienta para la vida: hablar, leer y escribir para comprender el mundo. Referentes para la didáctica del lenguaje en el primer ciclo.

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