I.E.D
ARBORIZADORA BAJA
DOCENTE:
YENIFER ZULAY CAMACHO
GRADO:
103 JORNADA TARDE
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RESEÑA: HERRAMIENTAS PARA LA VIDA:
HABLAR, LEER Y ESCRIBIR PARA COMPRENDER EL MUNDO.
REFERENTES
PARA LA DIDÁCTICA DEL LENGUAJE EN EL PRIMER CICLO
Esta
reseña presenta un breve resumen de las postulaciones propuestas en la
publicación realizada por la secretaria de educación del Distrito Capital, en
el marco del Plan de Desarrollo Distrital “Bogotá Positiva: para vivir mejor”,
el cual forma parte del objetivo, “Ciudad de Derechos”. Dirigida al magisterio
Bogotano, la cual proporciona referentes para didáctica del lenguaje en todas
las áreas del primer ciclo que hace parte de la colección Herramienta para
la vida: hablar, leer y escribir para comprender el mundo.
Teniendo
en cuenta que el lenguaje es el eje
central de la existencia de los sujetos y está presente en todos los aspectos
de la vida, es que se hace importante la
didáctica de la lectoescritura en los primeros años de formación de los niñas y
niñas, específicamente en el primer ciclo de enseñanza. Desde este paradigma es
primordial ubicar el papel del docente en
este proceso orientándolo adecuadamente como
pilar de la educación que en su quehacer
diario parte de las dimensiones tres
dimensiones del ser (cognitiva, afectiva
y social).
La
intención de la propuesta presentada por la secretaria de educación del
Distrito capital en este documento es
transformar las prácticas actuales referentes a la enseñanza presentando al
docente como un productor de conocimiento desde
la experiencia.
El
documento de divide en dos apartados que
no tiene el fin meramente de informar cómo debe ser el rol docente si no
presenta experiencias que permiten al lector asumir una mirada critica y
reflexiva frente a las experiencias de
otros docentes. El primer apartado “referentes para una mirada compartida”
presenta un marco conceptual referente
al desarrollo del lenguaje enfatizando la oralidad, la lectura, la
escritura y la evaluación brindando
algunas herramientas pedagógicas útiles
para que el docente favorezca el
desarrollo del lenguaje en los niños y niñas del primer ciclo.
El
segundo formula cinco experiencias
pedagógicas de maestras que orientan
como poner en práctica los planteamientos del primer apartado.
1.
Referentes
para una mirada compartida
La
primera práctica del lenguaje en los niños y niñas es la oralidad, en la
familia es donde se crea esta forma de expresión y donde se crean interrogantes
frente al lenguaje escrito cuando observan las
dinámicas familiares que se dan
en torno al mismo, los autores presentan como ejemplo las listas de mercado o
la lectura de informaciones que se hacen para otros. Posteriormente en la escuela se adquieren las
prácticas formales para construir un discurso
estructurado y sistemático, más no homogenizado que valore la diversidad de cada estudiante.
Planteando
actividades que integren el grupo de estudiantes y se tengan en cuenta los
saberes que cada uno posee frente a la escritura, para que los que ya hayan
iniciado su proceso lecto escritor
ayuden a entender el sistema escrito a
los que todavía no diferencian los
dibujos de la escritura. Estos ejercicios
están programados desde la didáctica y no desde una teoría del
desarrollo, dando un enfoque socio-cultural donde la didáctica se entiende como
una disciplina que orienta la estructuración de situaciones de enseñanza
aprendizaje en el aula.
Al
analizar la escritura y el lenguaje se observa que cuando un niño aprende a
hablar, adquiere géneros discursivos
orales; aprende a narrar, a describir, a seguir instrucciones no verbales, los gestos, las miradas, los
movimientos, además de las posturas corporales que se producen en las
relaciones de las personas con otros y consigo mismos. Desde esta perspectiva
la escuela debe brindarle al niño los espacios necesarios para que estos puedan
ingresar sin dificultades en la cultura escrita
y a su vez a las prácticas formales del lenguaje de forma crítica y
analítica. No pretende brindar elementos para la decodificación de letras
meramente, si no significar realmente lo que se está aprendiendo en materia de
escritura
Teniendo
en cuenta dichos planteamientos es que surge el valor de conocer los componentes del lenguaje en el primer ciclo,
para poder jerarquizar las prácticas didácticas que ya se han planteado:
·
El lenguaje
oral requiere una labor intencionada, para que el niño adquiera una voz
propia al comunicar sus ideas en la escuela y en otros grupos sociales, con
seguridad y firmeza. Reconociéndose a sí
mismo como sujeto social.
·
Al explorar
la cultura escrita se evidencia como esta no inicia en la escuela, si no
cuando los niños en su familia ven leer y escribir. La escuela debe lograr que el niño se
interese por esos nuevos sistemas de lecto-escritura alejándolos de un proceso de
decodificación y codificación, para
poder plasmar sus ideas propias dándolas a conocer mediante un sistema de
notación, teniendo como eje central las prácticas sociales en función de
situaciones comunicativas de lecto-escritura.
·
Cuando el niño empieza a leer en los primeros grados debe entenderse como una práctica
socio- cultural, al leer se le debe dar la connotación de proceso significativo
y semiótico, que no solo busca un significado, si no configurar un sujeto
lector de su propia realidad. Cabe
resaltar que el leer no es estandarizado, este hecho obedece a las intenciones que tiene el lector.
·
Al mediar la construcción del lenguaje
escrito tiene lugar de la literatura produciendo
un encuentro de los niños con lo
literario, donde el maestro debe formar lectores que sean a vez productores de
textos. La escuela debe ofrecer
estrategias para que los niños apropien las formas de los textos
narrativos, en el cual la literatura es el eje articulador del lenguaje, basada en la reelaboración de la
tradición oral y la narrativa.
·
Otro componente es el papel de las tecnologías dentro de la cultura escrita, las
cuales al aparecer han transformado las formas de hacer y de saber, retando a
la escuela a orientar sus prácticas pedagógicas
a la indagación del por qué y para que del uso de estas tecnologías. Asumiéndolas como herramientas de construcción
y participación que posibilitan otras formas de escribir y leer.
·
Las orientaciones
en torno a la evaluación están dirigidas a entender los procesos del
lenguaje de forma conjunta y a evaluarlos de la misma manera, una forma de
hacerlo es registrando los métodos de cada estudiante, reconociendo y valorando
los procesos que se llevan personal y grupalmente, tendiendo a mejorar y
superar las falencias encontradas durante el proceso.
2.
Experiencias
pedagógicas en el primer ciclo que dan luces.
Las dos primeras experiencias descritas
enfatizan en el trabajo de la oralidad la construcción de una voz para la vida
social y académica, y de la exploración del lenguaje escrito, a través del
cuaderno de notas. La tercera experiencia se ocupa de una modalidad de lectura:
la lectura preparada, como un espacio en el cual es posible construir
condiciones para que los niños ingresen al mundo de la lectura y, a la vez, se
formen como ciudadanos. La cuarta experiencia se ocupa de procesos de lectura y
escritura en torno a un género específico, el cuento, a través de la estrategia
de seguir un personaje. La quinta experiencia, que se ocupa de la comprensión y
apropiación de la especificidad del lenguaje literario a partir de la lectura
de un cuento.
BIBLIOGRAFIA
·
Pérez Abril Mauricio, Roa Casas
Catalina. Herramienta para la vida: hablar,
leer y escribir para comprender el mundo. Referentes para la didáctica del
lenguaje en el primer ciclo.
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